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El trabajo a distancia, lecciones del modelo holandés

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Por Diana Nădejde

08 February, 2024

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Si eres de los que pone el portátil sobre una pila de libros, o te quejas de la WiFi de tu cafetería cercana, no eres el único. Desde que se pusieron restricciones para frenar la expansión de Covid-19, los empleados y, especialmente las empresas, han hecho malabares para poder adaptarse al trabajo en remoto.

 

Para otros, en cambio, el trabajo a distancia ya forma parte de su rutina diaria. En los Países Bajos, muchas personas se benefician de la cultura de la flexibilidad laboral del país.

Mientras que el porcentaje de empleados que trabajaban a distancia antes de la pandemia rondaba el 4,7% en el Reino Unido y el 3,6% en Estados Unidos, el 14,1% de la plantilla holandesa ya trabajaba habitualmente fuera de la oficina.

Durante mucho tiempo, los Países Bajos «marcaron la pauta» de los cambios mundiales hacia el trabajo a distancia, siendo una referencia a la hora de aplicar este concepto.

 

Una cultura preparada para el trabajo a distancia

 

Los resultados de una reciente encuesta en Estados Unidos sugieren que el 59% de los empleados a distancia desean seguir trabajando de esta manera, en la medida de lo posible, una vez que se levanten por completo las restricciones. Grandes empresas internacionales como Barclays y Twitter, ya han llegado a la conclusión de que las oficinas en espacios abiertos pueden considerarse «cosa del pasado», al tiempo que planifican estrategias de trabajo a distancia a largo plazo.

Según Aukje Nauta, profesora de psicología organizativa de la Universidad de Leiden, cuando hablamos de introducir la tendencia «trabaja desde cualquier parte” los empresarios miran hacia los Países Bajos en busca de inspiración de cómo aplicar con éxito las políticas de trabajo a distancia y crear oficinas más virtuales.

Valores como la democracia y la participación están muy arraigados en la cultura laboral holandesa. En otras palabras, los directivos confían más en sus trabajadores que en cualquier otra parte del mundo.

Un ejemplo de ello es ING, la banca holandesa con sede en Ámsterdam acaba de sacar un programa denominado «vacaciones ilimitadas» para sus empleados, con el que pueden tomarse todos los días libres que quieran, siempre que no se resientan sus tareas laborales.

Por otro lado, hay otros contextos importantes (económico, social, etc.) que permiten que el trabajo a distancia crezca en Holanda.

Las infraestructuras desempeñan un papel importante, y las instalaciones públicas y comerciales son abundantes. Las bibliotecas se han reinventado como espacios de trabajo modernos y cómodos, mientras que hay un gran número de cafeterías que ofrecen facilidades para trabajar a distancia.

 

Las empresas de los Países Bajos también ven el teletrabajo como una oportunidad para reducir costes y aumentar la productividad. A cambio, su estricta legislación laboral local les obliga a garantizar que sus trabajadores dispongan de instalaciones de trabajo saludables en casa.

Además, desde el punto de vista financiero, los empleados remotos se benefician de una bonificación exclusiva por esta actividad. Los funcionarios holandeses reciben más de 440 euros al año por trabajar desde casa. Eso supone unos dos euros al día para cubrir sus gastos diarios: café, artículos personales y consumo de energía. Además, las empresas les proporcionan todas las condiciones técnicas necesarias para el trabajo a distancia.

Más confianza en el trabajador

Por el contrario, muchos países aún luchan contra la cultura de la «presencia física». Por ejemplo, el 83% de los empleados en Reino Unido se han visto presionados en el trabajo para hacer acto de presencia, sin importar si su salud mental o física lo permite.

Mientras, en EEUU, un 15% de los hogares no están conectados a una red de telecomunicaciones, y uno de cada cinco empleados afirman sentirse culpables por tomarse días libres, temiendo que esto les haga parecer menos dedicados a su trabajo.

Los Países Bajos por otro lado, ofrecen una mezcla de infraestructuras modernas, gran inversión digitalización y una cultura de confianza en las personas. Gracias a ello, se han convertido en arquetipo aspiracional del trabajo a distancia para muchas empresas de otros países, que aún tienen mucho que entender y adaptar para un futuro post-Covid-19.

Según el psicólogo holandés Bart Götte, debido a que el teletrabajo está presente globalmente , saldremos de esta crisis mejor preparados digitalmente, conscientes de que muchos de nosotros podemos trabajar a distancia, con más autonomía y la aspiración de ser aún más independientes.

Debido al contexto creado por la pandemia, otros países están en un proceso de aprendizaje turbulento, con muchas empresas y empleados replanteándose antiguas políticas, procedimientos, costumbres y valores. Cuando las circunstancias cambian tan bruscamente, la mejor estrategia será aprender con la práctica.

Los Países Bajos son el séptimo mejor país para trabajar a distancia

En el último año, para la mayoría de nosotros el «trabajar desde cualquier lugar» ha sido más una obligación que una opción. Por ello, es bueno volverse a modelos como los Países Bajos, que ya impulsaban este estilo de vida mucho antes, siendo uno de los diez mejores países del mundo en el trabajo a distancia.

Esta votación la llevó a cabo Circleloop, creando una lista de los mejores países para teletrabajar. Los factores en los que se basa esta clasificación son la velocidad y coste medio de los servicios de Internet, así como el precio medio del alquiler.

Además de contar con gran velocidad de Internet y nivel de vida, los holandeses también se clasifican como el quinto país más feliz del mundo, según el World Happiness Report.

En definitiva, con una mezcla perfecta entre tecnología y cultura organizativa, los Países Bajos pueden considerarse un modelo a seguir en lo que respecta al futuro del trabajo a distancia.