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La Comisión Europea abraza el modelo de trabajo híbrido

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Por Diana Nădejde

08 February, 2024

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En los dos últimos años, la pandemia de Covid-19 y el teletrabajo han generado cambios importantes, obligando a los empresarios de todo el mundo a adoptar un nuevo estilo de trabajo.

Aunque al principio el trabajo a distancia parecía un «territorio desconocido», más tarde desencadenó fuertes reacciones entre la gente, que empezó a reconsiderar aspectos como la familia, los desplazamientos al trabajo, las aficiones, etc.

Ya no todo el mundo abraza los trabajos de 9 a 7. Las organizaciones están teniendo que hacer malabares para encontrar el equilibrio entre las necesidades de la empresa y la satisfacción de los empleados. En la mayoría de los casos, la solución es clara: “work from anywhere” o trabaja desde cualquier lugar.

Si hasta ahora los cambios han sido dictados —en su mayoría— por el entorno empresarial, esta vez el «viento del cambio» viene del sector público, más concretamente de Bruselas.

La Comisión Europea planea cerrar la mitad de sus 50 edificios de oficinas situados en la capital de Bélgica para 2030. Al mismo tiempo, el ejecutivo de la UE ha dejado claro que los empleados podrán trabajar a distancia cuando termine la pandemia de Covid-19.

A este respecto, el Comisario Europeo de Presupuesto y Administración, Johannes Hahn, declaró que la institución tiene previsto reducir considerablemente el número de edificios en los próximos 10 años.

Así, a pesar de cerrar un gran número de edificios, el espacio total para las oficinas de la Comisión Europea sólo se reducirá en un 25%, pasando de casi 780.000 a unos 580.000 metros cuadrados, ya que la Comisión agrupará varias direcciones generales, en edificios más espaciosos.

«Como todas las organizaciones públicas y privadas, ahora estamos estudiando el equilibrio más útil entre el trabajo en la oficina y en casa a largo plazo… Es la nueva norma. Hicimos encuestas y más del 90% de nuestro personal está muy a favor de tener dos o tres días a la semana de teletrabajo. Las superficies de nuestras oficinas se adaptarán al uso generalizado del teletrabajo», dijo el comisario europeo de Presupuesto y Administración, Johannes Hahn.

Para una institución que representa colectivamente la segunda mayor economía del mundo, se trata de un importante cambio de política, al tiempo que señala hasta qué punto la pandemia ha cambiado las expectativas de la gente respecto a su trabajo.

La nueva ideología también subraya la creciente coordinación de los objetivos de protección del medio ambiente con las decisiones de gestión. En otras palabras, según un portavoz de la Comisión, el cierre de parte de los edificios ayudará a la autoridad administrativa a ahorrar dinero, reducir las emisiones de carbono y trabajar de forma más eficiente.

La reorganización de las oficinas forma parte de una estrategia elaborada por el departamento de Recursos Humanos de la Comisión con el objetivo de convertirse en un empleador más flexible y atractivo, teniendo en cuenta las últimas reacciones mundiales al trabajo a distancia.

Esta centralización de las oficinas significa que la Comisión tendrá que trasladar algunos de sus departamentos a nuevos edificios. El Barrio Norte de Bruselas se mencionó como una de las opciones. El Barrio Norte —consifderado uno de los mayores fracasos urbanísticos de Bruselas— se construyó en los años sesenta y setenta. Ahora, el actual gobierno de la región ha dado prioridad a darle más vida, así como a diversificar el Barrio Europeo, donde se encuentran actualmente muchas instituciones de la UE, para que las oficinas no se agrupen todas allí.

Otra de las principales instituciones europeas junto con el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE, es la Comisión Europea, que tiene una oficina de representación en cada país de la UE. Su función principal es promover el interés general de la UE proponiendo y haciendo cumplir la legislación, así como aplicando las políticas y el presupuesto de la UE. La actual presidenta, también la decimotercera en la historia de la Unión Europea, es Ursula von der Leyen, antigua ministra del gobierno alemán y médico.

Según datos oficiales, la institución cuenta con unos 32.000 empleados permanentes y temporales que trabajan como responsables políticos, investigadores, abogados y traductores.

Además, no sólo las instituciones europeas permiten a los funcionarios trabajar de forma más flexible. Recientemente, Malta puso en marcha la primera política de trabajo a distancia para funcionarios públicos, dando a un número importante de trabajadores la oportunidad de trabajar fuera de la oficina. Esta decisión es consecuencia de un proyecto piloto que se inició en 2019 a causa de la pandemia.

Aunque la política entra en vigor el 1 de octubre, habrá un periodo de transición de 18 meses para pasar del actual sistema de teletrabajo a la nueva política de trabajo a distancia.

Por lo tanto, los empleados cuyo rendimiento y habilidades en el trabajo, así como la naturaleza del mismo, son adecuados para ser realizados fuera del entorno tradicional de la oficina, pueden solicitar trabajar totalmente a distancia. Así, según un portavoz del gobierno maltés, unos 6.000 empleados pueden solicitarlo.

El teletrabajo representa nuestra respuesta a la situación de pandemia, que también ofrece la perspectiva de importantes beneficios a largo plazo para la salud y la productividad de los empleados. Tanto el sector público como el empresarial están implicados en este proceso y pueden compartir experiencias, consejos, empatizar y afrontar retos con el mismo fin.