

El método Delphi
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El futuro es difícil de predecir.
Esa idea puede resultar incómoda, especialmente cuando trabajas en gestión de proyectos y todo parece girar alrededor de la planeación, el anticipar y tomar decisiones acertadas.
En el día a día, los gestores de proyectos y líderes de organizaciones se enfrentan a una realidad compleja: los mercados suben y bajan, las tecnologías se actualizan a diario y el comportamiento de la gente es muy difícil de estudiar.
Desafortunadamente, no existe una bola de cristal que nos diga a ciencia cierta qué va a pasar. Sin embargo, sí existen métodos que ayudan a ver con más claridad problemas y panoramas complicados.
Uno de ellos es el método Delphi, una técnica de comunicación estructurada que se ha convertido en una herramienta poderosa para quienes necesitan predecir escenarios, tomar mejores decisiones y construir consenso entre expertos.
En este artículo vas a descubrir qué es el Método Delphi, cómo funciona, por qué es tan útil y cómo puedes aplicarlo para mejorar tus decisiones estratégicas.
Si alguna vez te has sentido frustrado por la incertidumbre del futuro o por la complejidad del presente, este artículo puede ayudarte a afrontar tu situación de la manera más razonable posible.
Sin más preámbulos, comencemos por preguntarnos: ¿qué es el método Delphi?
¿Qué es el método Delphi?
El método Delphi es una técnica estructurada de comunicación que se utiliza para predecir, analizar y tomar decisiones en situaciones complejas.
Consiste en reunir la opinión de un grupo de expertos y transformarla en una visión colectiva. De esta manera, puedes obtener más valor que con cada opinión por sí sola.
El método fue desarrollado en los años cincuenta por la RAND Corporation en Estados Unidos. Este think tank (laboratorio de ideas) trabajaba en temas de defensa y planificación estratégica, donde surgió la necesidad de predecir avances tecnológicos y evaluar problemas de defensa.
Sin embargo, el método también ha sido utilizado en otros campos: desde la salud y la educación, hasta la gestión de proyectos, la innovación y el diseño de leyes.
Su nombre proviene del antiguo oráculo de Delfos, debido a su capacidad para predecir tendencias a futuro. La diferencia radica en que en el método Delphi no es un símbolo mitológico, sino un proceso racional, colaborativo y estructurado.
A diferencia de una simple lluvia de ideas o una reunión abierta, el método Delphi no se basa en la discusión directa entre participantes, sino en una serie de rondas de cuestionarios anónimos donde los expertos comparten sus juicios sobre un tema.
Las respuestas se analizan, resumen y se devuelven al grupo para que cada persona pueda reconsiderar su opinión sin caer en prejuicios. Este ciclo se repite hasta que se alcanza un consenso o una visión clara del problema.
En pocas palabras, el método Delphi es una forma organizada de aprovechar la inteligencia colectiva para anticiparse al cambio.
¿En qué consiste el método Delphi?
Para tu conveniencia, lo hemos resumido en cuatro puntos clave.
Estos son:
- Define las bases y expertos
- Realiza las preguntas importantes
- Analiza, resume y repite
- Consenso y pasos a seguir
Esta estructura hace que el proceso sea más claro, fácil de aplicar y sobre todo, más útil para quienes necesitan transformar la incertidumbre en decisiones concretas.
Paso 1: Define las bases y expertos
El primer paso consiste en definir con precisión el porqué del método y los agentes que estarán involucrados.
El proceso gira en torno a estas decisiones, por lo tanto, se requiere de mucha consideración el plantear y definir:
- El problema o tema que se quiera analizar. Puede tratarse de una predicción tecnológica, una decisión estratégica o una evaluación de riesgos.
- El grupo de expertos que tenga la experiencia y conocimiento necesario para profundizar en el tema. No se trata de juntar a muchas personas, sino a las adecuadas: quienes aporten perspectivas valiosas desde distintos ángulos.
- El moderador que sepa sintetizar las ideas y hacérselas llegar a los participantes. En la mayoría de los casos, la persona organizadora del mismo funge en este rol, ya que conoce de la mejor manera los objetivos y el problema a tratar.
Paso 2: Realiza las preguntas importantes
Toda buena discusión comienza con una gran pregunta.
Es por esto que el siguiente paso es crear un cuestionario inicial que recoja las ideas, predicciones o juicios de cada experto. Este cuestionario debe estar bien estructurado y enfocado, para obtener información concreta sin influir en las respuestas.
Es cierto que hay un alto grado de dificultad en elegir las primeras preguntas, ya que el punto de partida define el rumbo de la discusión. Sin embargo, es fundamental que se tenga un gran cuidado no solo en el contenido de las mismas, sino también en el vocabulario que se emplea.
Una vez que el cuestionario sea del agrado del moderador, este se le hace llegar al panel de manera individual. Es aquí donde entra en juego una de las características más importantes del método: el anonimato.
Cada experto responde por separado, sin conocer la identidad de los demás participantes. Esta es una de las claves por las cuales el método es respetado dentro de diferentes áreas de trabajo y algo en lo que profundizaremos más tarde.
Paso 3: Analiza, resume y repite
Una vez recibidas las respuestas, el moderador (y su equipo) analiza los resultados para preparar un resumen de los hallazgos. Este resumen puede incluir estadísticas, tendencias, coincidencias y discrepancias entre los expertos.
El propósito de este resumen es tanto encontrar perspectivas comunes como opiniones únicas que puedan llevar la conversación a lugares no antes previstos.
De esta manera, el moderador tiene el poder de encontrar puntos clave y orquestar la charla para poder llegar a respuestas concretas y racionales.
Este resumen se comparte de nueva cuenta con el grupo. Cada experto tiene la oportunidad de revisar su opinión a la luz de los comentarios del resto, lo que permite que el conocimiento colectivo evolucione y se afine con cada ronda.
Este paso se repite varias veces hasta que las opiniones comienzan a converger hacia un consenso o una visión más clara del futuro. Este proceso iterativo es otra de las cualidades esenciales para el éxito del proceso Delphi.
Paso 4: Consenso y pasos a seguir
El proceso termina una vez que las respuestas dejan de variar significativamente entre rondas o cuando el consenso alcanzado resulta suficientemente sólido para tomar decisiones.
A partir del conocimiento ganado, el moderador unifica las conclusiones en un reporte. Este puede contar con gráficas o datos importantes que se mencionaron a lo largo del experimento.
Sin embargo, lo más importante es el resumen del razonamiento de los expertos. En caso que el experimento haya mantenido un buen control sobre sus cuestionarios, este será la base para definir pasos a seguir, tales como la planeación estratégica, la evaluación de riesgos o la creación de nuevas políticas y procesos.
Ejemplo del proceso Delphi en acción
Para entender de mejor manera cómo funciona el método Delphi, se puede utilizar el caso práctico de una cafetería, para dar a entender cómo se pueden utilizar los cuatro pasos y cuál sería el beneficio del experimento:
Se puede pensar en una cafetería local con platillos excelentes, pero donde las ventas han caído. Los clientes ya no entran con la misma frecuencia, las mesas quedan vacías en horas clave y las reseñas, aunque buenas, no se traducen en tráfico.
¿Cómo puede entrar el método en acción?
El objetivo del ejercicio es doble.
Primero, entender con precisión por qué ocurrió el declive en ventas. Segundo, predecir una nueva tendencia de consumo que la cafetería pueda adaptar para adquirir una ventaja competitiva.
A continuación podrás aprender cómo se aplicaría, paso a paso, con ejemplos concretos de preguntas, formatos y decisiones prácticas.
Aplicando los cuatro pasos del método Delphi para una cafetería con ventas en declive
Paso 1: Define las bases y expertos
- Habría que empezar por acotar la problemática central. No sirve un enunciado vago. Por ejemplo: “¿Cuáles son las causas más probables del descenso en ventas del último semestre y qué cambios en la oferta o en la experiencia del cliente podrían revertir esa tendencia en seis meses?”.
- Después hay que reunir a un panel de expertos. En este caso serían: restauranteros de la zona, dueños de negocios con buen pulso comercial y personas que conocen al consumidor local.
Paso 2: Realiza las preguntas importantes
- El primer cuestionario debe llevar preguntas concisas e informadas. Algunos ejemplos podrían ser “¿Qué factores internos podrían haber causado la caída de ventas en la cafetería?” o “¿Qué cambios en el comportamiento del consumidor local han notado en los últimos 12 meses?”.
- El cuestionario se envía de forma individual y anónima. El anonimato es clave para obtener juicios honestos, sin influencia de figuras de autoridad.
Paso 3: Analiza, resume y repite
- El moderador o equipo central reúne las respuestas y sintetiza las ideas principales. Pueden aparecer ideas tales como la presencia de nuevas cafeterías con formatos rápidos, cambios en la economía o falta de presencia digital.
- La retroalimentación que se devuelve al panel debe ser clara y anónima. El objetivo es que cada experto reevalúe su juicio con la información colectiva.
- Se repite el ciclo de análisis y feedback. Aquí es donde aparece la fuerza del método Delphi: la convergencia de opiniones. Si la mayoría coincide en que el consumidor local está priorizando “experiencias rápidas y económicas” frente a “experiencias de tiempo en mesa”, la cafetería tiene una pista válida para actuar.
Paso 4: Consenso y pasos a seguir
- Cuando las rondas muestran consenso, los hallazgos se traducen a decisiones tangibles. Supongamos que este señala dos factores: baja visibilidad digital y preferencia por formatos para llevar. Las acciones pueden ser: entrar a plataformas de delivery, crear un menú de “grab and go” y lanzar una campaña en redes sociales.
- Los resultados del método Delphi no son un plan terminado, sino una guía de alto valor para definir acciones que pueden ayudar a tu equipo.
Características del método Delphi
Detrás de la simplicidad del proceso hay tres características que hacen que el método Delphi sea tan efectivo. Estas cualidades le dan estructura, objetividad y profundidad al análisis, permitiendo que un grupo de expertos llegue a conclusiones realmente útiles.
Estas son:
Anonimato
El método Delphi se basa en el anonimato de los expertos. Cada participante responde los cuestionarios de forma individual, sin conocer la identidad de los demás. Esto elimina la influencia de jerarquías o personalidades dominantes dentro del grupo.
Además, esta cualidad evita que alguien se sienta presionado a coincidir con la mayoría. En otras palabras, crea un espacio donde cada voz tiene el mismo valor, y eso mejora la calidad del consenso.
Feedback controlado
A diferencia de otros métodos colaborativos, el Delphi no busca una conversación abierta entre los participantes. En su lugar, utiliza un proceso de retroalimentación controlada.
Después de cada cuestionario, el moderador analiza los resultados y comparte un resumen anónimo con el grupo. Con esa información, los expertos pueden reflexionar sobre su propia opinión y decidir si mantienen su postura o la ajustan.
Las preguntas son las mismas para todos, lo cual minimiza el riesgo de que algún experto se enfoque en una tangente muy específica en la discusión. Este control sobre el lenguaje es básico para que el método funcione.
Rondas iterativas
Bien dicen que la repetición es todo. Es por eso que el alma del método Delphi está en su naturaleza iterativa. No se trata de una única consulta, sino de varias rondas en las que los expertos revisan y ajustan sus respuestas.
Cada intento acerca más al grupo hacia una comprensión compartida del problema. Con cada ciclo, las ideas se vuelven más concretas, los extremos se suavizan y las predicciones se vuelven más precisas.
Este proceso gradual es lo que transforma un conjunto de opiniones individuales en una visión colectiva sólida.
Aplicaciones del sistema Delphi
Breve historia del método
El método Delphi nació en un contexto muy específico: la búsqueda de predicciones más precisas en temas de ciencia, tecnología y defensa. Fue creado por investigadores de la RAND Corporation durante la Guerra Fría, con el objetivo de anticipar el desarrollo de nuevas armas y tecnologías de guerra.
Sin embargo, su naturaleza flexible y su enfoque en el punto de vista experto lo convirtieron en una herramienta útil para cualquier sector. Desde la innovación tecnológica hasta la formulación de leyes, el método Delphi ha demostrado su valor como una forma organizada de pensar en el futuro de manera colectiva.
A continuación, veamos cómo puede aplicarse en distintos campos:
En tecnología
El desarrollo tecnológico cambia a una velocidad que a veces resulta abrumadora.
Nuevas herramientas, inteligencia artificial, ciberseguridad; el método Delphi ayuda a anticipar el impacto de la innovación y guiar las decisiones estratégicas.
Por ejemplo, puede utilizarse para identificar qué tecnologías emergentes tendrán mayor influencia en los próximos cinco años, o para evaluar los riesgos asociados con nuevas implementaciones.
Reunir a un grupo de expertos, desde ingenieros y analistas hasta desarrolladores expertos, permite crear proyecciones más realistas y estrategias más enfocadas.
A su vez, el método también se puede utilizar al momento de planificar y desarrollar productos nuevos tales como aplicaciones móviles. Gracias a este, un equipo de desarrollo podría salir de alguna crisis creativa o resolver un problema pertinente a la experiencia del usuario.
En un mundo donde la velocidad del cambio supera a la capacidad de adaptación, el método Delphi ofrece una forma estructurada de ver el panorama completo antes de avanzar.
En recursos humanos
El campo de los recursos humanos vive un momento de transformación constante. Nuevas formas de trabajo, modelos híbridos y expectativas generacionales están redefiniendo la gestión del talento.
Aquí, el sistema Delphi puede ser una herramienta estratégica para anticipar cómo evolucionará el trabajo y qué necesitan las organizaciones para adaptarse al ecosistema cambiante.
Por ejemplo, se puede utilizar para predecir las habilidades que tendrán más demanda, rediseñar una cultura organizacional o incluso evaluar el impacto de la inteligencia artificial en el trabajo de un equipo.
Al involucrar a expertos en liderazgo, psicología organizacional, gestión de personas y tecnología, el proceso ayuda a las empresas a construir una visión compartida del futuro del trabajo.
En contextos de alta incertidumbre, como los que viven las áreas de HR y productividad, contar con un método estructurado para planear el cambio puede marcar una gran diferencia.
En educación
Aunque no parezca obvio, el método Delphi se ha convertido en una herramienta valiosa para el sector académico. Incluso ha sido utilizado para diseñar políticas, mejorar programas de estudio y prever las necesidades futuras del aprendizaje.
Los sistemas educativos suelen enfrentarse a preguntas difíciles: ¿qué habilidades deben enseñarse para el futuro laboral?, ¿cómo equilibrar la tecnología con la enseñanza humana?, ¿qué modelos pedagógicos serán más efectivos en la próxima década?
El método Delphi permite reunir a profesores, investigadores, diseñadores de currículo y expertos en educación para reflexionar colectivamente sobre estos retos. Por medio de varias rondas de consulta, se pueden identificar tendencias, definir prioridades de formación y crear consensos sobre los cambios necesarios.
Este proceso ayuda a que las decisiones no se basen solo en modas o intuiciones, sino en un análisis colaborativo y profundo del futuro de los jóvenes.
En el sector público
En el sector público, las decisiones suelen tener un impacto amplio y duradero. Los gobiernos enfrentan problemas complejos y rara vez existe una solución perfecta.
Es por esto que el método Delphi presenta una propuesta ideal para evaluar escenarios, diseñar estrategias de largo plazo y construir consenso entre distintos actores políticos.
Por ejemplo, puede ayudar a identificar prioridades nacionales, estimar el impacto de nuevas regulaciones o definir políticas de innovación sostenible.
5 tips para implementar el método Delphi
Aplicar el proceso Delphi no es complicado, sin embargo requiere de estructura, claridad y atención al detalle. Para que funcione de la mejor manera hay que cuidar tanto la preparación como la ejecución.
Estos cinco consejos te ayudarán a aprovechar todo su potencial y evitar los errores más comunes:
1. Define un objetivo claro desde el principio
Todo análisis exitoso empieza con una pregunta bien formulada.
El problema central debe estar claramente definido para que los expertos sepan exactamente en qué enfocarse.
No se trata de hacer una pregunta general como “¿Cuál será el futuro de la tecnología?”, sino de formular algo más concreto: “¿Qué tecnologías emergentes transformarán la gestión del trabajo en los próximos cinco años?”.
Un buen punto de partida es preguntarse: ¿qué decisión quiero tomar con base en las respuestas? Si puedes responder eso, ya tienes el núcleo del proceso.
2. Reúne un panel diverso
El éxito de este método depende directamente de la diversidad de los miembros del panel.
No basta con reunir a los mayores expertos técnicos; también es útil incluir personas con distintas perspectivas, como líderes de proyecto, investigadores, analistas o incluso usuarios con experiencia práctica.
Esa combinación de conocimiento académico y experiencia real enriquece el proceso y evita que el consenso se base en una sola visión del mundo.
En pocas palabras: busca ideas que se puedan complementar, no algo uniforme.
3. Cuida la redacción de los cuestionarios
Los cuestionarios son el corazón del método Delphi. Si las preguntas son ambiguas o mal estructuradas, los resultados lo reflejarán.
Asegurarse de que cada pregunta sea clara, breve y enfocada en el objetivo principal es elemental. Evita el lenguaje técnico innecesario y proporciona contexto suficiente para que los expertos comprendan exactamente lo que se les pide.
Un buen cuestionario debe invitar a reflexionar, no a adivinar.
4. Sintetiza de manera concisa las respuestas
La retroalimentación controlada es lo que distingue al método Delphi de una simple encuesta. Por eso, la forma en la que se presentan los resultados de cada ronda es clave.
El resumen tiene que ser objetivo y equilibrado, mostrando los puntos de consenso y las diferencias sin revelar identidades.
5. Comunica los resultados con claridad y propósito
Un error frecuente es pensar que el trabajo termina cuando se alcanza el consenso. En realidad, la manera en la que se comunican los resultados puede marcar la diferencia entre un estudio que se queda en el papel y uno que impulsa decisiones reales.
Hay que presentar los hallazgos de forma clara, destacando qué se aprendió, qué implicaciones tiene y cómo puede aplicarse. Si el método Delphi se usó para prever tendencias, muestra qué acciones pueden tomarse a partir de ellas.
Convertir el consenso en una narrativa clara es lo que transforma el análisis en una herramienta de cambio.
Limitaciones del método Delphi
Aunque el método Delphi es una herramienta poderosa para generar consenso y anticipar el futuro, no está exento de desafíos. Como todo proceso basado en la opinión humana, tiene limitaciones que conviene entender antes de aplicarlo. Reconocerlas no lo debilita; al contrario, ayuda a usarlo con más criterio y realismo.
1. Dependencia de la calidad de los expertos
El método Delphi solo es tan sólido como las personas que participan en él. Si los expertos no tienen suficiente conocimiento o si el grupo carece de diversidad, los resultados pueden ser parciales o poco útiles.
Seleccionar el panel adecuado requiere tiempo y criterio. A veces es mejor contar con un grupo más pequeño pero realmente calificado, que con muchos participantes cuya experiencia no aporte valor.
2. Sesgos en la interpretación
Aunque el anonimato reduce ciertos sesgos, el método Delphi no los elimina por completo. El equipo que analiza las respuestas puede influir, de forma consciente o no, en la manera en que resume y presenta los resultados.
Un resumen mal estructurado o una interpretación subjetiva pueden guiar las siguientes rondas hacia conclusiones predeterminadas. Por eso, es esencial que el moderador sea neutral, transparente y cuidadoso al manejar los datos.
3. Tiempo y recursos necesarios
El proceso Delphi puede ser más lento de lo que muchos imaginan. Cada ronda requiere tiempo para preparar cuestionarios, recopilar respuestas, analizarlas y redactar resúmenes. Si los expertos están muy ocupados o las rondas se prolongan demasiado, el proyecto puede perder ritmo y participación.
Planificar bien las etapas y mantener una comunicación constante ayuda a evitar que el proceso se diluya en el tiempo. El método Delphi exige paciencia, pero si se ejecuta con orden, los resultados lo justifican.
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