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Cómo evitar el agotamiento digital en el teletrabajo

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Un estudio de la agencia Wisemetry Research especializada en la investigación de mercados, muestra que las personas trabajan más cuando lo hacen desde casa. Las principales razones de un horario de trabajo más extendido en casa son: la aparición espontánea de actividades que necesitan ser resueltas, querer demostrar que podemos trabajar eficientemente y además preferimos no interrumpir nuestro ritmo de trabajo / concentración. En comparación con el trabajo de oficina, el teletrabajo fomenta el pensamiento creativo, pero para algunos empleados esto puede llevar a un estado de ansiedad, y esto puede obstaculizar la comunicación entre compañeros.

Más del 70% de los empleados rumanos que participaron en una encuesta realizada por la plataforma de contratación BestJobs dicen que los niveles de estrés en el lugar de trabajo han aumentado desde que comenzó la pandemia, y más de una cuarta parte de ellos notaron que el nivel de estrés incluso se había duplicado. Varias cifras publicadas por Microsoft 365 cuantifican el agotamiento digital que todos sentimos:

  • El tiempo empleado en las reuniones de Microsoft Teams ha aumentado más del doble a nivel mundial;
  • El tiempo de una reunión en línea es en promedio 10 minutos más larga;
  • Los usuarios envían un 45% más de mensajes a través del chat del trabajo durante su horario y un 42% más fuera del horario de trabajo;
  • El 66% de las personas trabajan con documentos en línea;
  • El 62% de las llamadas y reuniones no están programadas o se llevan a cabo ad hoc, con un aumento exponencial de la presión a la que las personas están sometidas para mantenerse al día;
  • A pesar de sobrecargar los mensajes que llegan a través de todos los canales (teléfono, correo electrónico, chat), el 50% de las personas responden a ellos en un plazo de cinco minutos o menos. Esto demuestra la intensidad de nuestra jornada laboral y que las expectativas que se esperan de los empleados durante este periodo ha aumentado significativamente.

Al mismo tiempo, la falta de actividades al aire libre en el periodo invernal, las interacciones sociales y las vacaciones debido a las restricciones impuestas durante la pandemia, hizo que los empleados pasaran aún más tiempo frente al ordenador de lo habitual. Y esto conduce al agotamiento y la ansiedad, el aumento de los errores e incluso la disminución de la calidad del trabajo debido a la fatiga acumulada. Hay mucha presión y nos olvidamos de desconectar, olvidamos lo importante que es el tiempo libre.

John Fitch, empresario y autor del best seller Time Off, describe en su libro las cuatro etapas de la creatividad:

  1. Preparación
  2. Incubación
  3. Iluminación
  4. Comprobación

Pocos saben que la incubación y la iluminación solo se activan durante el tiempo libre, cuando no estamos trabajando. Básicamente, el 50% del proceso creativo ocurre cuando no trabajamos. En esos momentos, cuando descansamos o hacemos cualquier otra actividad no relacionada con el trabajo diario, nuestros cerebros procesan la información que recibimos y la reestructuramos en una nueva lógica. De ahí el dicho «Better sleep on it» que se aplica cuando tienes el impulso de responder a un mensaje poniéndote a la defensiva, y al día siguiente te arrepientes porque ves todo con más claridad.

Es importante crear un hábito personal o una cultura organizacional que dé voz y promueva el descanso o saber desconectar a tiempo. El descanso no es perjudicial para el trabajo, sino que es una función esencial para llevar a cabo un excelente trabajo.

Muchas empresas de todo el mundo ya han comenzado a entender esto limitando el acceso por correo electrónico de los empleados al acabar las horas de trabajo o introduciendo un programa «Live it» que da a todos un día libre al mes o un viernes más corto durante el verano («Summer Friday Policy» / «Short Friday»).

En el equipo con el que trabajo nos apoyamos como «deconnect buddies» y nos avisamos cuando respondemos a correos electrónicos en horas tardías o cuando trabajamos horas extras de forma consecutiva.

Vivimos en una época en la que «estoy ocupado» o «ya no veo nada con tanto trabajo» se han convertido en las respuestas más comunes cuando nuestros padres o amigos nos llaman. Con demasiada frecuencia ponemos el último descanso en la lista de «cosas que hacer».

Y si la pandemia debería habernos enseñado algo, es apreciar más lo que realmente importa: cuidar nuestra salud y los que nos rodean, escuchar las necesidades de los demás, ofrecer y buscar apoyo, poner límites cuando sepamos que algo no va a salir bien.

Es raro que el agotamiento ocurra de primeras. Este aparece con cada hora/día pasado bajo presión y sin pausa, con cada proyecto que es tratado como una maratón continua en lugar de sprints solo cuando realmente son necesarios, con cada «me quedo un poco más para terminar esto» que se convierte en noches enteras frente al ordenador.

¿Qué haces para reducir el agotamiento digital en el teletrabajo? ¿Quién te apoya en este proceso?

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