Antes de las 9 y después de las 5, y entre medio

“No quiero una carrera lineal”, “ni siquiera quiero una carrera de portafolio. Quiero una vida de portafolio”

Quizás son pensamientos que pasan por nuestras mentes, pero seguramente están plasmados en el excelente libro de Christina Wallace: La vida de portafolio: cómo asegurar tu carrera ante el futuro, evitar el agotamiento y construir una vida más grande que tú.

La Vida de Portafolio

La autora comienza destacando que, aunque los millennials son una generación mejor educada que la de sus padres, son la primera en la historia de Estados Unidos que está peor económicamente. Me atrevo a extender esta observación a otras geografías, ya que algunas de las razones que menciona son comunes en varios lugares.

¿Por qué ocurre esto? Porque los ingresos han estancado, ciertas industrias han colapsado, y los costos de vivienda, salud y educación han crecido exponencialmente. Las “innovaciones” del capitalismo, como convertir a los empleados en autónomos permanentes, trabajadores de plataformas o contratistas sin beneficios o perspectivas de futuro, se han convertido en la norma para muchas de las grandes empresas que priorizan sus resultados trimestrales.

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Wallace cita también a Anne Helen Petersen, quien bautizó a los millennials como la “Generación del agotamiento”: “El agotamiento y las conductas y la carga emocional que lo acompañan no se pueden curar con vacaciones. No se limitan a entornos de alto estrés. Es la condición base de los millennials. Es nuestra música de fondo. Es nuestra vida”, escribió.

Comparto estas ideas contigo, como millennial, o más precisamente, como “xennial”(¿sabías? Los nacidos entre 1977 y 1983). Personalmente, quedé impresionada con la presentación breve de la autora: “A menudo me describo como alguien que habla tres idiomas: inglés, matemáticas y música”. El mío podría ser: amante del mundo corporativo, simpatizante de la academia, exviolonchelista y ávida consumidora de música. Por eso, encontré música en sus palabras, especialmente cuando comenta que las startups tecnológicas, como las artes, son espacios donde la incertidumbre, la creatividad y la oportunidad van de la mano.

Construir algo de la nada puede ser aterrador, pero también puede abrir el espacio para pensar más allá del status quo y visualizar algo más grande y mejor. Y si todo esto suena abrumador, llega la solución: el poder de un portafolio. Es tan dinámico como tú, permitiéndote ajustar tus actividades según cada etapa de la vida, sin perder de vista tus metas. Porque, claro, somos más que el trabajo, no en cantidad sino en diversidad. Muchos de nosotros amamos nuestro trabajo. Pero déjame añadir una “s”. Probablemente, ¡amamos nuestros trabajos! Como amamos las ideas, los amigos, los vecinos, los hijos, los colegas… todas esas categorías plurales.

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Identidad. Opcionalidad. Diversificación. Flexibilidad. Estos son los cuatro pilares de la vida de portafolio que Christina Wallace detalla en su libro. La Vida de Portafolio no se trata del futuro del trabajo; es el presente. Este modelo, que separa la identidad del trabajo, abraza la opcionalidad, reduce riesgos mediante la diversificación y gana flexibilidad, es aplicable para personas de cualquier generación.

El término “vida de portafolio” fue acuñado por Charles Handy en su libro La Era de la Sinrazón , donde se oponía a la idea de que el trabajo de una vida se redujera a un único empleo, y, en cambio, sugería que podía ser una colección de pasiones, intereses y pasatiempos. Wallace también incluye otra referencia fantástica en su libro. A principios de los 2000, los profesores de negocios Jeffrey Dyer, Hal Gregerson y Clay Christensen llevaron a cabo un estudio de seis años para descubrir los orígenes de la creatividad en las empresas innovadoras.

Estudiaron los hábitos de emprendedores creativos y encuestaron a más de 3,000 ejecutivos y 500 personas que habían fundado empresas o inventado productos. Descubrieron cinco habilidades que distinguen a los creativos en los negocios: asociación, cuestionamiento, observación, experimentación y creación de redes. La habilidad central—la “columna vertebral”—es la asociación, que conecta las otras cuatro habilidades como la doble hélice del ADN. “Asociar, o la habilidad de conectar exitosamente preguntas, problemas o ideas de diferentes campos, es central en el ADN del innovador,” escribieron en un artículo para la Harvard Business Review.

Estoy de acuerdo en que hacer solo una cosa es el movimiento de carrera más arriesgado. Aquí es donde un portafolio se vuelve más poderoso. Quien ve su carrera como un trabajo o camino profesional singular enfrenta la decisión binaria de “trabajar” o “no trabajar” en esos momentos. Si permitimos que nuestra identidad sea más grande que el título del puesto, aprovechando la opcionalidad y la diversificación, podríamos encontrar flexibilidad cuando más la necesitemos.

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Viviremos muchas vidas dentro de esta vida.

Sí, léelo de nuevo. ¿No es una revelación? Ahora te propongo algunos escenarios de vida de portafolio que sugiere la autora en pocas palabras:

• Moonlighters: Tienen una responsabilidad principal, a menudo a tiempo completo, y uno o más proyectos secundarios que desarrollan durante su tiempo libre, como en las noches o los fines de semana. Su “trabajo de día” brinda estabilidad financiera, mientras que los proyectos secundarios ofrecen creatividad, comunidad, crecimiento y/o diversificación de ingresos.
• Zigzaggers: Siguen un modelo de saltos interdisciplinarios entre industrias y funciones aparentemente no relacionadas. Frecuentemente juzgados como “inestables,” persiguen diversos intereses, mayormente uno a la vez, aun cuando sus decisiones no parezcan tener lógica para los demás.
• Multihyphenates: En lugar de enfocarse en una área principal, se sumergen en múltiples campos a la vez, ya sea persiguiendo varias líneas de trabajo simultáneamente o fusionando dos (o más) áreas en una nueva profesión.

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Sabía quién era esta mañana, pero he cambiado varias veces desde entonces.

Lewis Carroll, Alicia en el país de las maravillas.

Te dejo con esta cita y unas frases finales, esperando que te inviten a leer el libro completo, que está lleno de herramientas realmente visualizables, probables, o incluso practicables.

Hay muchas maneras de construir una Vida de Portafolio. “Pero a nivel general, el objetivo es diseñar una combinación de trabajo, comunidad, pasatiempos, voluntariado y tiempo personal (¡incluyendo descanso!) que en conjunto cubra tus necesidades al utilizar las habilidades, redes e intereses de tu propio diagrama de Venn.

No puedes hacer todo a la vez, pero deberías poder avanzar en tus prioridades más importantes en cualquier momento dado. Y cuando tus prioridades cambien o tus necesidades evolucionen, puedes reajustar o reconstruir tu portafolio por completo”.