Trabajar cerca de casa es más sostenible
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¿Has pensado alguna vez, camino a la oficina, que podrías participar en salvar el planeta, la comunidad y a ti mismo si trabajaras cerca de casa? ¿Cuánta contaminación produce el desperdicio de combustible y otros recursos cuando tienes que trabajar desde las instalaciones de la empresa?
Por su naturaleza centrada en la idea de agilizar el tiempo en los espacios de trabajo y por la flexibilidad que nos acerca la actividad profesional a casa, el trabajo híbrido contribuye en varios aspectos en la protección del medio ambiente y en la mejora de la calidad de vida.
Bajo el concepto de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) se agrupan todas las iniciativas a través de las cuales las organizaciones pueden involucrarse socialmente en la reducción de la contaminación. La escala actual del fenómeno remoto nos da una clara evidencia de que esta es una de las principales estrategias que pueden adoptar las empresas para ser más responsables con el medio ambiente.
¿Cómo podemos apoyar la regeneración del planeta si elegimos espacios de coworking cerca de casa?
Para responder a esta pregunta, primero debemos aclarar de qué manera presionamos al planeta eligiendo el trabajo clásico a partir de un modelo de oficina fijo. Básicamente, se trata de la huella de carbono o las emisiones totales de gases de efecto invernadero que una organización o un empleado produce en un determinado período de tiempo.
Si bien este cálculo debe tener en cuenta algunos factores variables de un país a otro (por ejemplo, el consumo de combustibles fósiles durante la generación de electricidad), podemos hacernos una idea fácilmente a partir de indicadores simples. Entre estos, podemos nombrar el consumo diario de gasolina en el camino hacia / desde el trabajo y el número de días al año en los que necesitamos desplazarnos.
Se estima, por ejemplo, que un estadounidense promedio produce 11 kg de dióxido de carbono al día conduciendo al trabajo. En el Reino Unido, un automóvil de combustión normal produce un promedio de 170 g de CO2 por kilómetro, mientras que los automóviles eléctricos producen dos tercios menos de contaminación.
Si además tenemos en cuenta que, a nivel global, el transporte es responsable de una cuarta parte de las emisiones totales de carbono, mientras que las tres cuartas partes de estas son generadas por los vehículos de carretera, es fácil concluir que, a través de una movilización colectiva a favor del trabajo remoto, estamos apoyando activamente el medio ambiente.
En una entrevista concedida al Observador Nacional de Canadá, Alexandra Samuel, experta en trabajo remoto, menciona tres direcciones principales a través de las cuales el trabajo híbrido contribuye a la protección del medio ambiente:
• reduce el uso de vehículos personales en nuestro camino al trabajo y la contaminación del tráfico;
• reduce el consumo de recursos dentro de los edificios de oficinas;
• A largo plazo, disminuye la demanda e, implícitamente, el consumo relacionado con la construcción de nuevos edificios de oficinas.
Revisemos en detalle a estas tres tendencias.
Alternativas a las horas gastadas en el tráfico
Se dijo que el bloqueo por la pandemia ha reducido el tráfico en las grandes ciudades en un 50-70%. Si bien esto fue consecuencia de una situación excepcional, las cifras posteriores al cierre nos muestran que volver a un estilo de vida más dinámico y sin restricciones mantiene parte de esta ventaja, como resultado de la implementación del trabajo híbrido en muchas empresas.
Cualquier organización puede calcular cuánto reduce su impacto en la huella de carbono y mejora sus indicadores de RSE ofreciendo trabajo remoto a sus empleados.
Los beneficios ambientales del coworking
Si bien a primera vista podríamos decir que en la pandemia reemplazamos el consumo de recursos de la oficina por más consumo en el hogar, se notó que, en general, trabajar desde casa era una opción más eficiente porque toda la infraestructura de un edificio empresarial es mucho más más complejo y costoso de administrar que un hogar.
Aún así, trabajar desde casa tiene sus desventajas, lo que nos hace buscar espacios de trabajo dedicados a estimular nuestra creatividad y productividad.
Si además tenemos en cuenta que los “recursos compartidos” son la idea central del coworking, elegir un espacio de este tipo cerca de tu residencia se convierte en una alternativa ideal para trabajar desde casa o desde una oficina fija, pero también una forma de participar en la protección del medio ambiente.
Mientras tanto, las empresas que opten por mantener sus edificios de oficinas pueden reducir sus espacios y equipos, sin tener que bloquear las oficinas individuales de todos sus empleados a la vez, ya que se pueden utilizar de forma rotativa.
Además, al permitir interiores con diseños flexibles y amigables, los espacios de coworking fomentan la creación de áreas verdes al traer plantas en macetas, que mejoran enormemente la calidad del aire. Un ejemplo es la transformación de un antiguo mercado de Lisboa de 1892 en un espacio de coworking atractivo y ecológico. Quienes participaron en el proyecto también lograron reemplazar el clásico sistema de aire acondicionado por una instalación de ventilación natural, con lo que se redujo el consumo de energía.
Centros de negocios descongestionados
A largo plazo, la transición al trabajo híbrido producirá, como hemos indicado en un artículo anterior, un tipo diferente de valorización urbana al transformar espacios ya existentes en centros de coworking.
Las tendencias actuales del mercado laboral y la creciente escala del fenómeno remoto apuntan a que el antiguo modelo del trabajador que produce 11 kg de CO2 con desplazamientos diarios será sustituido paulatinamente por una opción mucho más responsable con el medio ambiente y con la propia salud: el empleado que trabaja cerca de casa.
El trabajo híbrido reduce la necesidad de nuevos edificios de oficinas y, automáticamente, la demanda de nuevas construcciones. Por el contrario, las empresas que fomentan la flexibilidad apoyan la regeneración de las ciudades y la reducción de las emisiones contaminantes, sin que esto suponga cambios radicales por su parte.
En el pasado, numerosos estudios han advertido sobre el impacto ambiental negativo de nuestros desplazamientos diarios. Aquí estamos ahora frente a una solución que puede mejorar significativamente esta situación: ¿alguna vez pensaste que, al abogar por el trabajo a distancia, en realidad estás abogando por un planeta más saludable?
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