Cuáles son las barreras a la creatividad en el trabajo y, cómo desperdiciamos el talento
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En un mundo lleno de retos y ambiciones, la creatividad se convierte en algo esencial. Aunque la oficina moderna ha evolucionado en los últimos años, sigue sin haber espacio suficiente para el pensamiento creativo y la inspiración. Todavía se ignoran demasiadas ideas prometedoras, se pierde mucho potencial sin explotar y no se destinan suficientes fondos a proyectos creativos.
Además, constantemente tenemos que enfrentarnos a muchas dudas y al miedo a la experimentación que esta conlleva. Por último, no hay suficientes incentivos y recompensas para estimular la creatividad. Aparte de las tareas que se denominan creativas, en realidad, la mayoría de las personas ni siquiera se plantean que pueden aportar su talento creativo al trabajo.
Hasta que no reformulemos la creatividad como una competencia necesaria, seguiremos desperdiciando el potencial que hay en cada miembro del equipo.
Barreras a la creatividad en las organizaciones
Aunque la palabra «innovación» se utiliza con frecuencia en las organizaciones, la mayoría de las empresas ahogan la creatividad de sus empleados. Las reuniones seguidas, la excesiva presión sobre los resultados, el exceso de tiempo frente a la pantalla, las largas listas de tareas pendientes y la falta de tiempo para divertirse son sólo algunos ejemplos de las barreras a la creatividad en el lugar de trabajo.
Además, las crisis organizacionales, la inestabilidad del lugar de trabajo y la falta de apoyo del directivo dificultan la creatividad.
No debería sorprendernos entonces que muchos empleados renuncien a poder disfrutar del componente creativo de su trabajo.
La creatividad es un asunto tanto organizacional como individual
Aunque las organizaciones han puesto muchas barreras a la creatividad, cada persona es dueña de su potencial creativo y es responsable de utilizar, compartir y gestionar todo lo que conlleva.
En lugar de encasillarnos y desarrollar una visión sobre el tipo de empleado que somos, podríamos simplemente empezar a experimentar con la idea de aportar todo nuestro talento y potencial en el trabajo.
El hecho de que la mayoría de nosotros no hayamos utilizado mucho nuestra creatividad en nuestras carreras no significa que debamos guardarla.
¿Qué más bloquea nuestra creatividad en el trabajo?
Sentir que no podemos estar a la altura de las expectativas, el miedo a ser juzgados o, simplemente, el riesgo de avergonzarnos ante nuestros compañeros, son sólo algunas de las formas con las que saboteamos nuestro talento en el trabajo.
La preocupación de que un jefe o un compañero de trabajo nos roben las ideas también parece algo que sólo vemos en las películas, pero en realidad ocurre con más frecuencia de lo que nos gustaría creer. Este aspecto tiene muchos matices y, el hecho de que no te reconozcan el mérito de tus ideas y del trabajo que has realizado para ponerlas en práctica, es uno de ellos.
En lugar de disminuir o dejar en suspenso nuestra creatividad, deberíamos dejar de esperar la ocasión adecuada, la inspiración o la aprobación de los demás. Al final, la creatividad consiste en asumir riesgos. Obviamente, esto es mucho más fácil de decir que de hacer y tener un entorno que respire la creatividad, es extremadamente importante.
Perseguir la perfección, compararnos a nosotros mismos y a nuestras ideas y tener poca tolerancia a los errores son trampas tanto organizacionales como individuales que alejan la creatividad.
Cómo mantener abiertos los canales creativos
En primer lugar, ser creativo es una habilidad que puede desarrollarse y modelarse.
En segundo lugar, para aquellas organizaciones que estén dispuestas a aprovechar todo el potencial creativo de sus empleados en 2023, el primer paso es comprender y reconocer las limitaciones a las que se enfrentan los empleados. Sin embargo, el trabajo no ha terminado aquí.
De hecho, es crucial que los líderes mantengan una mente abierta en torno a este tema. Esto implica no juzgar a los demás, abrazar el estilo creativo de cada miembro del equipo y crear una atmósfera de seguridad psicológica. Los empleados que incorporan ideas creativas a sus proyectos y a sus tareas, deben recibir incentivos y recompensas.
Dado que la creatividad tiene que ver con la transformación, tiene el potencial de cambiar las rutinas diarias y los días aburridos por otros emocionantes. La ventaja de tener más creatividad en el trabajo es que las personas se comprometen emocionalmente y ponen más pasión en una tarea que puede marcar una diferencia tangible.
La creatividad puede ser difícil de definir y, como cualquier otro concepto, lo más importante es vivirla y expresarla en nuestro día a día, de la mejor manera que sepamos. Por lo tanto, antes de salir a trabajar, tenemos la opción de utilizar más nuestras habilidades y capacidades o seguir con nuestra rutina habitual y volvernos complacientes.
Por último, pero no por ello menos importante, debemos creer primero que somos creativos como persona y como empresa, y sólo entonces fluirán las ideas.Sólo hay que recordar que, una vez que empezamos, la creatividad se extiende rápidamente.
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